Canacol mantiene una estructura de gobierno bien definida, en la que sus consejeros son nombrados por los y las accionistas de la empresa. La Junta Directiva de Canacol está dividida en cinco comités distintos, cada uno dedicado a supervisar funciones empresariales específicas. Estos comités son el de Auditoría, el de Gobierno Corporativo y Nombramientos, el de ESG (Medioambiental, Social y de Gobierno), el de Reservas y el de Retribuciones. Junto a la Junta Directiva está el equipo ejecutivo de Canacol, encargado de las operaciones diarias de la empresa. Este equipo está dirigido por el Consejero Delegado de Canacol, el ejecutivo de más alto rango dentro de la empresa.
A la Junta Directiva de Canacol se le confía el papel vital de establecer la dirección estratégica, la visión y las políticas de la empresa. Estas abarcan una amplia gama de áreas, incluyendo compensación, gestión de riesgos, estrategia y divulgación ESG, desempeño operacional, cumplimiento regulatorio, informes financieros y divulgación de reservas, entre otras.
De conformidad con los planes aprobados por la Junta Directiva, la dirección de Canacol está obligada a llevar a cabo sus actividades empresariales con integridad y principios éticos inquebrantables. El objetivo primordial sigue siendo salvaguardar los intereses de la empresa y de sus accionistas, que tienen prioridad sobre todo lo demás.
Para más información consultar el informe ASG 2023.
La Junta Directiva de Canacol funciona con arreglo a un sistema de un solo nivel, compuesto por un número fijo de ocho personas, que actualmente comprende un director ejecutivo y siete directores/as no ejecutivos. En particular, Canacol exige que el Presidente de la Junta tenga la condición de independiente. En la sección "Quiénes somos – Junta Directiva" del sitio web de Canacol, así como en la Convocatoria anual y la Circular informativa para la dirección, se puede acceder a información biográfica completa sobre los miembros de Junta.
Todos los miembros de la Junta poseen amplios conocimientos, pericia y experiencia en el sector del petróleo y el gas, lo que subraya su competencia en la materia. Los accionistas desempeñan un papel crucial en el nombramiento de los miembros de la Junta, que dirigen colectivamente las actividades de la empresa. Se puede acceder a información detallada sobre las políticas y los principios rectores que rigen la Junta Directiva de Canacol en la sección "Quiénes somos - Gobierno corporativo" del sitio web de Canacol, así como en la Convocatoria anual de la Junta y la Circular informativa para la dirección.
La selección de los miembros de la Junta Directiva es supervisada por el Comité de Gobierno Corporativo y Nominaciones. Mantener una Consejo diverso ha sido siempre un pilar fundamental de la Junta Directiva de Canacol. Este compromiso ha culminado en la conformación de una Junta que cuenta con personas con diversas calificaciones, experiencias y conocimientos profesionales esenciales para el éxito continuo de las operaciones comerciales de Canacol en todo el espectro de los dominios petrolero y gasífero, jurídico, contable, financiero y operativo. Además, la diversidad de la Junta se extiende a los aspectos sociales, abarcando diversos orígenes, razas, religiones, creencias y culturas.
El Comité de Gobierno Corporativo y Nombramientos ha establecido el objetivo de lograr una representación femenina del 10-12% en el Consejo de Administración, lo que pone de relieve la dedicación de Canacol a fomentar la diversidad de género en su estructura directiva.
Canacol ha reforzado su marco empresarial con un mayor enfoque en la sostenibilidad, que se manifiesta a través del establecimiento de una estructura y un conjunto de responsabilidades claramente definidos. Esto se plasma en la creación del Comité ESG, encargado de reforzar, apoyar, supervisar y evaluar las cuestiones e impactos significativos relacionados con la sostenibilidad. Tanto el Comité de Auditoría como el Comité ESG asumen funciones de supervisión de los aspectos de sostenibilidad dentro de la empresa; el Comité de Auditoría se concentra en la ciberseguridad y la gestión de riesgos, mientras que el Comité ESG abarca todas las demás dimensiones de la sostenibilidad, garantizando efectivamente un enfoque integral de la gobernanza de la sostenibilidad.
El Comité de Remuneración de Canacol, que opera a través de la Junta, diseña y aplica una estrategia de remuneración para los Directivos no ejecutivos. Los principales objetivos de esta estrategia son atraer y retener a los mejores talentos, garantizando que la remuneración se ajuste a los riesgos y responsabilidades inherentes a las funciones de la Junta y de los comités, y se mantenga en consonancia con las empresas homólogas del sector del petróleo y el gas. El Comité de Remuneración lleva a cabo una revisión anual de la remuneración de los directores no ejecutivos, teniendo en cuenta los homólogos del sector, y sugiere los cambios necesarios para su evaluación y posible aprobación por la Junta. Los directores no ejecutivos tienen derecho a participar en el Plan Ómnibus y en otros planes de remuneración a largo plazo, incluida la opción de recibir parte de su remuneración en forma de concesiones DSU.
La estructura de remuneración de los ejecutivos/as de Canacol comprende el salario base, incentivos a corto plazo en forma de primas en efectivo e incentivos a largo plazo mediante RSU y PSU. Estos componentes apuntalan colectivamente la estrategia de crecimiento a largo plazo de la empresa, con los objetivos explícitos de alinear la remuneración de los ejecutivos con los intereses de los accionistas, atraer y retener directivos cualificados, fomentar el rendimiento vinculando los incentivos a los objetivos empresariales y los resultados financieros, e incentivar la retención de los ejecutivos clave para una sucesión eficaz del liderazgo.
Canacol exige que sus ejecutivos y miembros de Junta mantengan una inversión en acciones de la empresa, alineando sus intereses con los de los accionistas y mitigando la asunción indebida de riesgos. La Junta ha establecido una política obligatoria de propiedad de acciones tanto para los ejecutivos como para los directores no ejecutivos. Los ejecutivos deben adquirir y mantener acciones ordinarias con un valor de mercado de al menos el doble de su salario base. Del mismo modo, los consejeros no ejecutivos deben adquirir y mantener Acciones Ordinarias con un valor de al menos dos veces su retribución base anual. La valoración de las Acciones Ordinarias en propiedad se determina basándose en los precios de cotización de las acciones en el TSX. En el caso de los directores no ejecutivos, este cálculo incorpora el valor de mercado de las DSU y las RSU, mientras que en el caso de los ejecutivos, incluye el valor de mercado de las RSU y la mitad del valor de mercado de las PSU. Si el valor de mercado de las Acciones Ordinarias en propiedad es inferior al precio de compra original, este último puede utilizarse para calcular la propiedad. Un periodo de cuatro años desde el inicio de la política el 1 de mayo de 2021, o desde la fecha de su nombramiento, concede a los directivos ejecutivos y a los consejeros no ejecutivos tiempo para alcanzar el valor de las Acciones Ordinarias requerido.
El Comité de Gobierno Corporativo y Nombramientos, junto con el Presidente de la Junta Directiva, tienen la responsabilidad de evaluar la eficacia de la Junta, de cada uno de los miembros y de los comités para detectar oportunidades de mejora. Como parte de este proceso, cada miembro de la Junta Directiva está obligado a participar en una entrevista anual con el Presidente del Consejo o con el Presidente del Comité de Gobierno Corporativo y Nombramientos. En estas entrevistas se habla de la actuación de la Junta Directiva, las actividades de los comités y la contribución de sus miembros. Además, se contrata a un consultor externo para que lleve a cabo una evaluación formal independiente, cuya última evaluación se realizará en mayo de 2023.
La Junta Directiva mantiene su compromiso de mejora continua y emprenderá evaluaciones para reforzar su rendimiento. Con este fin, el Consejo formulará criterios para el rendimiento tanto del Consejo como de cada uno de los directores y establecerá un protocolo estructurado de autoevaluación. Este enfoque global tiene por objeto fomentar la mejora continua tanto del funcionamiento general del Consejo como de las distintas contribuciones realizadas por sus consejeros.